Memento mori en la era de las distracciones

Tu tiempo es finito, pero tu feed es infinito

A somewhat faded photo showing a subterranean train passing by

La vida es corta, todos tenemos solo una, el tiempo es oro, no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, etc. ¿Quién no ha escuchado esto? Lo he leído en muchos libros, lo he escrito en mi blog, me lo han dicho, lo he escuchado en canciones. Y claro, muchos lo sabemos y estamos conscientes de ello, pero también muchos no lo ponemos en práctica. No vivimos como si entendiéramos esta realidad, o tal vez la ignoramos, fingiendo que no existe.

Compré dos versiones del libro Meditaciones de Marco Aurelio. La edición de Dover/Long suena más antigua, con vocabulario formal y estructuras largas. La de Modern Library/Hays fluye como inglés contemporáneo, más fácil de leer y aplicar al día a día. Ambas versiones están en inglés y, finalmente, después de tener estos libros guardados en mi librero por años, empecé a leer la de Hays. La version en español que les recomiendo es la de Errata Naturae, tiene una traducción más sencilla, sin caer en el estilo "narrativo" de otras versiones.

Lo comparto porque, aunque ya conocía el libro, a su famoso autor y el estoicismo, leer la introducción de Hays antes de entrar a las notas de Marco Aurelio me dio mucho contexto: sobre su vida, sobre cómo se cree que escribió estas reflexiones y sobre la idea de que lo hacía sin pensar en publicarlas. Más bien eran una especie de diario en el que dialogaba consigo mismo sobre lo que aprendía de la filosofía, del estoicismo. Las notas no están en ningún orden temático —al menos no lo parece— y eso resulta muy interesante.

Pero ¿qué tiene que ver Marco Aurelio, sus notas y la manera en que empecé este blog? Escribo esto porque me sorprende cómo, después de tanto tiempo, la idea de aprovechar nuestro tiempo, de no desperdiciar la vida en tonterías, de no distraernos con lo que no forma parte de nuestros objetivos, de no dar importancia a lo que otros piensan o dicen de nosotros, sigue siendo la misma. Marco Aurelio escribió Meditaciones entre los años 170 y 180 d.C. Han pasado 1845 años desde entonces.

Si vas a cualquier librería encontrarás muchos libros que hablan de cómo aprovechar el tiempo y evitar distracciones. Me impresiona que Marco Aurelio ya escribiera sobre esto hace casi dos mil años, y que la mente humana siga luchando contra lo mismo: las distracciones, el mal uso del tiempo, la dificultad de enfocarse en prioridades y la necesidad de recordar que solo tenemos una vida. Que todos estamos muriendo. Que hemos de morir —memento mori.

Es bueno tener recordatorios de lo que puede mejorar nuestra vida. Pero pienso que algo tan esencial ya debería formar parte de nuestra conciencia, porque ha sido un tema importante para los humanos desde hace miles de años.

Y aquí estoy, en 2025, recordándote que no olvides que todos hemos de morir. Que aproveches tu tiempo y dejes de lado las distracciones que no te ayudan a cumplir tus metas. Hoy tenemos, además, distracciones modernas, aún más poderosas e ingeniosas para atrapar nuestra atención. No solo nos alejan de nuestros proyectos, sino de lo más valioso: vivir el momento, tener relaciones significativas con nuestros seres queridos, conversar de verdad con quien tenemos enfrente.

Yo, como muchos, me distraigo con redes sociales. Es un hábito dañino que desperdicia el tiempo limitado que tenemos en este mundo. Es una droga, y debemos verla como tal. Hay que reducir su consumo, estar en control y no dejar que nos controle. Perdemos demasiado si no lo hacemos. Todos tenemos un número finito de horas en esta vida, y no sé ustedes, pero yo no quiero seguir desperdiciando este tiempo valioso en doomscrolling ni ayudando a cumplir metas de corporaciones que no tienen el menor interés en ayudarnos.

Seguiré leyendo Meditaciones de Marco Aurelio, y les recomiendo hacerlo también. Es un libro corto. Empecé hace dos días y ya voy a la mitad. La edición que leo incluye varias páginas de introducción, donde se explica la traducción y el contexto, lo que ayuda a entenderlo mejor. He leído en la noche, antes de dormir, entre una y dos horas. Esta actividad me ha ayudado a evitar las redes sociales o cualquier otra distracción en mi teléfono. El resultado es claro: duermo mejor, me duermo más rápido, aprendo en lugar de consumir contenido que se olvida en minutos, y despierto de mejor humor y con más energía.

Espero que tengan un buen fin de semana. Y recuerden: memento mori.