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Ya no te quejes

Mientras más tengo, mientras más me supero en la inalcanzable escalera del éxito suficiente, más me quejo. ¿Les pasa esto a ustedes también? La humildad es algo que se vuelve muy necesario cuando nos va bien, tenemos que evitar caer en la trampa de sentirnos importantes y prepotentes solo por tener más acceso que otras personas.

Las personas que trabajan en la industria del servicio no son bien pagadas en general, al menos no como deberían de ser. Y si además le agregas todas las interacciones con clientes diarias, muchas de estas negativas, la verdad que su trabajo se vuelve superdifícil.

Es fácil quejarse de algo cuando todo lo demás en tu vida va bien. Por ejemplo, me he dado cuenta de que hay una relación entre el aumento de mis experiencias de viaje, de comida, etc., con la cantidad de quejas que doy. Es como si mientras más tienes, más quieres. Y no está mal ser ambicioso, pero sí está mal quejarse, especialmente cuando tienes ya muchas ventajas sobre otras personas. Sé cordial, no seas mamón.

Hay quejas que son válidas, y debes de dejarle saber a la persona o empresa cuándo una queja es merecida. Pero creo que nos debemos quejar de manera amable y sin emociones. Para así poder explicar él porque de nuestra queja, y dar detalles para que esa persona o empresa ofreciendo el producto o servicio tenga oportunidad de mejorarlo.

Cuando nos quejamos de algo y lo hacemos de manera irracional y emocional, es posible decir cosas que no queremos decir, ofender sin querer ofender, y después sentirnos como basura. Esto me ha pasado varias veces, y es la razón por la que soy más consciente de mis acciones y de cómo interactuó con las personas que están ayudando a mi alrededor.

Además, quejarse es muy desgastador. Nos ponemos de malas, y también ponemos de malas a la gente que está con nosotros. ¿Y para qué? No vale la pena.

Si te vas a quejar, hazlo discretamente y sé amable. Menciona detalladamente tus razones por la queja y explica cuáles son tus expectativas. Y después da las gracias y sigue tu camino.

Las redes sociales son como los estadios de fútbol

Recuerdo cuando era niño y veía como la gente se apasionaba viendo juegos de fútbol, eras superamigo de todas las personas que le iban a tu equipo, y un enemigo de los que le iban a otro equipo. En los estadios, hasta peleas se formaban por esta misma razón. Dos equipos deportivos compitiendo para ganar, y todos sus fans peleando con los “otros” simplemente porque le van al otro equipo. No importa quién es el mejor, solo a quién le vas.

Hoy en día ya no sigo los deportes, pero sí veo el mismo comportamiento en donde la gente ve como enemigos a quien quiera que no piense como ellos, o a quien cree las cosas que ellos creen. Es la idea de que si no opinas y te comportas como las personas de un grupo, automáticamente te ignoran y te ven como el enemigo. Esta conducta de tribalismo es algo que se puede ver en casi todos los aspectos de nuestras vidas, no solamente en los deportes, ya no.

El tribalismo en la internet

La conducta de tribalismo está en las redes sociales, lo que facilita a personas que antes no tenían manera de enfrentarse, a pelear el uno con el otro en las redes sociales si suponen que eres del “otro” equipo. La internet ha generado muchas maneras de comunicación, y una de ellas es la facilidad de empujar un mensaje a personas, que antes, sin internet, hubiera sido imposible hacerlo. Esto puede ser bueno, pero como en los estadios de futbol, la gente prefiere pelear con los fans del otro equipo en lugar de disfrutar de un buen partido y apoyar al mejor equipo.

La gente ahora trata problemas sociales, partidos políticos, decisiones económicas, y hasta preferencias sobre cómo atendemos a nuestra salud, como si fueran equipos de fútbol. Todas las personas que le van a “tu equipo”, son amigables contigo, y todas las personas que le van a otros equipos, pues te ven como el enemigo, se burlan de ti y te atacan. Y muchos de nosotros hacemos lo mismo con personas que no piensan como nosotros.

La internet nos unira…

Nunca me imagine que algo así pasaría en la internet. Todos hablábamos de cómo nos conectaría con personas de todo el mundo, y de cómo democratizaría la publicación y el acceso de información. Y esas promesas se cumplieron, pero no con los resultados que esperábamos, al menos esto no es lo que yo esperaba. Los humanos tenemos la necesidad de ser parte de una tribu, de pertenecer a una comunidad que nos apoya y en la que podamos confiar. Antes de la internet, nuestras comunidades eran nuestros vecinos, amigos de la escuela, del trabajo, grupo religiosos, etc. Y por más grande que estas comunidades fueran, no existía una manera de enviar mensajes de manera masiva para que todos los miembros de estas comunidades reaccionaran a estos. Y mucho menos, miembros de otras comunidades ajenas a las nuestras.

Comunidades globales

Hoy en día, las comunidades en la internet atraen a personas de muchos partes del mundo, con ideas y creencias diferentes y muy variadas. Y como las interacciones son anónimas o casi anónimas, es fácil atacar a otros miembros de estas comunidades porque normalmente no son personas cerca de ti. No sé cuál es la solución, pero si sé que podemos poner nuestro granito de arena.

Sugiero que seamos más pacientes, que tratemos de escuchar a personas con ideas diferentes, aun cuando no estemos de acuerdo con estas ideas. Pero más importante, seamos cordiales y no tratemos de pelear con personas solo para ganar argumentos y recibir “likes” y el soporte de otras personas que piensan como nosotros. Y a los que solamente les gusta trolear, pues es fácil identificarlos e ignorarlos.

Credibilidad vs. Dinero

En algún momento de tu vida tendrás la oferta de recibir mucho dinero por algún proyecto en el cual podrías sacrificar tu credibilidad. En mi opinión, no lo hagas.

El dinero es una transacción y es además temporal. El dinero no es malo, todos tratamos de hacer dinero para poder substanciar nuestras vidas y nuestros proyectos. El dinero es una herramienta, y como tal, no debe ser la prioridad. Si tienes una oportunidad de hacer dinero, adelante, siempre y cuando no comprometa tus creencias y valores. Hay personas que son tan pobres que lo único que tienen es dinero.

Tu credibilidad (o la falta de esta) es algo con más valor y consecuencia que el dinero. Tu credibilidad es parte de ti, de tu persona, es algo con importancia. Una vez que hayas logrado credibilidad, no la pierdas, especialmente no por dinero. La credibilidad tiene mucho valor y es más difícil de conseguir que el dinero. . Cuida tu credibilidad celosamente, y el dinero, ese solo úsalo como lo que es, una herramienta y nada más.

Prioridades y responsabilidades

Es difícil crear y dedicarte a tu pasión cuando tienes otras responsabilidades. Si esa es tu posición, te sugiero cambiar tus prioridades para que le entregues tu tiempo y toda tu energía a tu pasión o a ese proyecto en el que quieres trabajar.

El fracaso es algo real, así como las consecuencias de este. Pero el peor fracaso de todos es llegar al fin de nuestras vidas y darnos cuenta que nunca hicimos el esfuerzo para lograr nuestros sueños. Es mucho mejor fracasar, aprender de estos fracasos, y seguir adelante.

Todo tiene riesgo, pero si pones atención te darás cuenta que la mayoría de los éxitos, se dieron después de fracasos, mucha paciencia y perseverancia.

Feliz fin de semana!